miércoles, 3 de diciembre de 2008

Marketing de ciudades

Creo que Valencia es uno de los mejores ejemplos de marketing de ciudades.


Y no lo digo por este vídeo (la versión inglesa es aún más impactante). Creo que casi todas las ciudades o comunidades autónomas tienen vídeos promocionales resaltando sus bondades gastronómicas, paisajísticas o culturales. Pero creo que la mayoría comienzan las casa por el tejado.

Valencia, en lugar de buscar una solución cosmética, decidió fijarse unos objetivos de futuro, hizo una reflexión seria sobre los recursos internos y se puso a trabajar. Casi todo el mundo que ha visitado la ciudad en los últimos años coincide en sus comentarios: "esta ciudad no tiene nada ver con la que yo conocía", "cómo ha cambiado Valencia en los últimos diez años", etc... Ahora es admirada por muchos y envidiada por otros (especialmente por sus vecinos del norte, que han visto la sangría de multinacionales, estrenos culturales o eventos deportivos que decidían abandonar Barcelona para buscar ciudades con mayor potencial).

En este vídeo no se habla de las playas ni de la paella; ese público no necesita más promoción. Sin embargo, refleja los avances realizados para posicionar Valencia en la primera división internacional, buscando segmentos más interesantes que el de chanquleta y camiseta que solo gasta en sangría y bocadillo. Pero para atraer a este nuevo público no basta con producir un vídeo bonito, en el que la arena aparece más blanca, el mar más azul, o la paella más jugosa. Si quieres atraer a un público interesado en la cultura, debes construir una ciudad de las artes y la ciencias; si quieres atraer a un público con alto poder adquisitivo interesado en el deporte y todo lo que le rodea (ver y ser visto) debes invertir en infraestructuras para conseguir una sede la competición náutica más importante a nivel mundial o del campeonato de F1. Valencia ha sabido formular una propuesta de valor diferenciada y atractiva para atraer empresas y turismo. Pero con hechos, no solo con palabras. Siempre ha sido más fácil maquillar a una niña guapa, y con mejor resultado.

Pero esta acción no va dirigida exclusivamente hacia el exterior. También está orientada al público interno, a los vecinos de Valencia. Como era de esperar, el vídeo ha corrido como la pólvora en youtube, redes sociales y blogs personales gracias a valencianos orgullosos. Y es que ya se sabe que el marketing viral funciona cuando apela a valores que conmueven al público al que se dirige. 


*Dedicado a Cristhian, Nacho, Carlos, Vicente, Pepe y todos los buenos amigos con los que tengo pendiente una paella en la Malvarosa. 

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