lunes, 30 de marzo de 2009

De tal astilla, tal palo

Hace unos meses publiqué una entrada sobre el "personal branding" a propósito de mi sobrino.
Es la entrada con más visitas y más comentarios de todo mi blog, lo que me lleva a pensar que la gente tiene clara sus prioridades y sabe lo que realmente le interesa, o que mis lectores tienen la cabeza muy bien amueblada.
Recuerdo que cuando escribí aquella entrada llevaba mucho tiempo sin publicar nada en el blog. Había perdido el interés por las nimiedades del marketing. Aunque muchos me pedían que siguiera escribiendo sobre Guillermo, yo contestaba que era algo muy personal, íntimo y privado de los padres.

Curiosamente llevo varias semanas sin escribir por la misma razón, hasta que hoy me he encontrado con una perla. Pero no una cualquiera, sino una negra de las que solo se cultivan en la Polynesia Francesa y que son tan preciadas en las joyerías. Un diamante de los que ya quisieran para ellos en el barrio judío de Amsterdam. El coltán que trae de cabeza a las grandes multinacionales.
Los padres de Guillermo tienen un blog en el que van contando su día a día (http://unmilagroparaguillermo.blogspot.com). Aunque es Reme quien escribe en primera persona, intuyo a Gonzalo entre líneas.

Desde el principio no han dejado de darnos lecciones en cada uno de sus pasos. A superar las miles de piedras que se les presentan diariamente sin levantar la voz, sin lanzarse reproches, uniéndose y queriéndose. A ver de verdad a la familia. A responder con una sonrisa y cariño la misma pregunta cientos de veces cada día (tantas como llamadas hacemos todos los que queremos quedarnos con una sonrisa de Guillermo). A educar a su hijo mayor que todavía no puede comprender nada, que solo piensa en jugar como todo niño, pero que hace preguntas que no tendrían precio en un libro de proverbios (chinos o budistas). A enfrentarse a las dificultades de frente, con la cabeza alta y los machos bien atados.
Cualquier headhunter medio avispado se los rifa. Son de los que son capaces de encontrar la solución a cualquier problema, en lugar de mirar para otro lado o salir corriendo (como haría la mayoría). Yo los quiero en mi equipo.
Quizás lo más valioso es que nos han demostrado qué es la Fe. Confieso que hay dos frases del Padrenuestro que me traen de cabeza. "Hágase tu voluntad así en la Tierra como en el Cielo". Siempre hemos odio que no sabemos rezar bien, que no sabemos pedir las cosas. Reme y Gonzalo me han enseñado que no hay que pedir para que Guillermo se cure, sino para que se haga la voluntad de Dios (pobres nosotros que pensamos saber lo que nos conviene). Pero también me obsesiona el "danos hoy nuestro pan de cada día". Yo pensaba que pedíamos por asegurarnos los bienes materiales mínimos (que no nos falte la comida, la casa, el trabajo...). Pero ellos me han enseñado a pedir para alimentar nuestra Fe.

Y lo hacen con toda naturalidad. Como si fuera lo normal. "Lo que haría cualquier madre". No me extraña que con unos padres así haya salido un niño como Guillermo. ¿O era al revés?

Be Brave!

1 comentario:

Nacho Uría dijo...

Grande Cea. Grande y profundo.