miércoles, 27 de agosto de 2008

Informar vs. Persuadir

Había un ciego sentado en una vereda en París, con un sombrero a sus pies y un pedazo de madera escrito con tiza blanca: “Por favor, ayúdeme, soy ciego”.

Un publicitario creativo que pasaba paró y vio unas pocas monedas en el sombrero. Sin pedir permiso dio la vuelta al cartel, tomó la tiza y escribió otro mensaje. Volvió a colocar el pedazo de madera a los pies del ciego y se fue.

Al caer la tarde el publicitario volvió a pasar en frente del ciego que pedía limosna. Su sombrero ahora estaba lleno de billetes y monedas.
El ciego reconoció las pisadas del hombre, y le preguntó si había sido él quien reescribiera el cartel, sobretodo queriendo saber lo que había escrito.
El publicista respondió: “Nada que no esté de acuerdo con su anuncio, solo que con otras palabras”.Y sonriendo, continuó su camino.

El ciego nunca supo lo que estaba escrito, pero su cartel decía: “HOY ES PRIMAVERA EN PARÍS, Y YO NO PUEDO VERLA”.

* publicado por el Club de Emprendedores de la Universidad de Navarra en su página de Facebook.

Gracias a J.Cuervo (imprescindible su "lasblogenpunto") podemos ilustrar la historia:



2 comentarios:

jlcea dijo...

Informa el sabio Ernesto que esta historia no es tan "blanca" como parece.
En realidad no tiene lugar en París, ni tiene como protagonista a un publicista creativo.
Se enmarca en la crisis del petroleo del año 1973 y la profunda recesión económica que sufría la sociedad norteamericana (traumatizada por la guerra de Vietnam). En Nueva York se llegó a crear una "escuela de mendigos", en la que se enseñaban las mejores técnicas para ganarse la caridad del público.
Una de las acciones enseñadas es la citada en el post.
Gracias por tu comentario, Ernesto, desde tu "atalaya de sabiduría".

lasblogenpunto dijo...

Por si quieres ilustrar tu post, aquí te dejo un ejemplo gráfico de la historia.

Un saludo

http://www.dailymotion.com/video/x5lwtz_historiadeunletrero_creation